viernes, 24 de agosto de 2007

¿Cómo saber si ese chico está realmente interesado en ti?



Y más específicamente ¿cómo saber qué tipo de interés tiene? Bueno, lo más fácil es preguntarle. De todas formas, hoy en día, tod@s liberados, lo más probable es que ellos mismos te lo digan a saco:
- Oye, si te quieres acostar con alguno cuenta conmigo, somos amigos ¿eh? No te cortes. ¿Me invitas a una cerveza?
Y tú:
- No, no, no me corto (y tú tampoco). Pues vale, gracias, está bien saberlo, si alguna vez estoy necesitada pues ya sé. Ahora mismo tengo algo pero vale, siempre es bueno tener a alguien en perspectiva. Gracias. Somos amigos ¿eh? No me quedan perras, lo siento.
Siempre es bueno ser diplomática, además nunca se sabe lo necesitada que se puede llegar a estar. No se tomará mal el rechazo siempre que haya otro, eso lo entienden: si ya tienes, no estás necesitada y no es nada personal, pues. No vas a dejar algo seguro, bueno, a no ser que te enamores locamente pero tampoco te suelen pedir tanto.
De todas formas aún quedan algunos hombres que creen que deben camelarnos (y a la vista de lo poco sensual - aunque práctico - que resultan los expeditivos, se queda una dudando si no es mejor así). Y ahí puede venir la duda ¿qué buscará este seductor realmente en mí? A la larga, es muy fácil saberlo pero si sentimos curiosidad inmediata podemos hacer algunas pruebas que nos sacarán de dudas.
(Continuará)

viernes, 17 de agosto de 2007




He estado dudando entre seguir con las "normas" o pasar ya a las historias ejemplares. Al final he decidido alternar, así que voy hoy con una historia.



Últimamente, cuando me preguntan si tengo novio, respondo que tres, me gusta ver la cara que ponen y me ahorra preguntas embarazosas. Normalmente suele ahorrarme cualquier otra pregunta. ¿Se lo contarán a mi ex? Espero que sí.

Ayer vi a uno de los tres, el Pelusilla, a quien también llamo cariñosamente el enfermero - del corazón -. Un pibito, excepcionalmente, de unos cuarenta y cinco aunque, a decir verdad, mentalmente debe tener, cómo no, unos veintiséis. Está muy bien formado y tiene oscuros rizos y ojos azules a medio abrir, de emporrado, hasta más arriba de las cejas (el emporramiento).

No le he preguntado su edad, regla nº 2, y en justa correspondencia tampoco le he dicho nunca la mía. Taytantos.

Le vi de lejos, desde mi casa, contemplándolo largamente en la imaginación mientras decidía si volver o no a verle - y tocarle, que es a lo que más me cuesta renunciar.

El Pelusilla, además de mayor, es un hombre contradictorio: fácil y difícil a la vez. Fácil de llevárselo a la cama y difícil de soportar fuera de ella. No es que copie estereotipos masculinos, ya lo iréis conociendo y me daréis la razón. Fijaos que el otro día me preguntaba una amiga que pasaría si él entraba en Internet y veía este blog, a lo que respondí que eso no ocurriría, no tiene pulso.

La primera vez que lo vi casi me suplicaba, o lo intentaba, porque en su estado comatoso-etílico apenas podía articular, menos aún juntar, dos palabras; que lo acompañara fuera del bar. Ésta es su táctica amorosa. Aprended de paso, Catiks, si os invitan a ir afuera o a dar un paseo, por raro que parezca lo que quieren es entrar, sí, creedme. El chico no era especialmente original, bueno, un poco sí, en sus maneras pero lo sencillo, increíblemente a él le funciona. Lo he visto empleando esta misma táctica con eficacia, con otras varias Catiks. A la vez, aquella noche, trataba de meterme mano, así que hablábamos y gesticulábamos mucho.

Lo único que pude entenderle mientras intentaba librarme de él e impedirle que me tocara, fue ¡mírame a los ojos! Y le miré y ahí perdí, aunque no aquella noche, otra peor.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Las reglas más cortas



(Repito: dividí en tres el tema anterior pues era demasiado largo, el próximo viernes otra entrada).
Y ahora las reglas breves:
Regla nº 5 Asegúrate de que tu ropa está en orden y de que no te has puesto nada al revés. Antes, antes de salir.
Regla nº 6 No confundas a un hombre con otro, aunque esto puede servir para ligar (habla la voz de la experiencia).
Regla nº 7 Un escote y algo rojo son infalibles. No, no les vas a atraer por tu nivel intelectual. ¡Eso más tarde!
Regla nº 8 ¡Sentido del humor por favor!
Regla nº 10 Nunca ligues con el barman. Lo que no quieres es dejar de ir a ese sitio y además habla con todos. No guardará el secreto (a no ser que esté felizmente casado). Infórmate primero.
Regla nº 11 No salgas de marcha con tu jefe y sobre todo, si lo haces, no te bañes con él a la luz de la luna para tener que atender las llamadas telefónicas de su novia al día siguiente.
Regla nº 12 No te líes con chicos del mismo grupo de amigos. Se lo cuentan, sí. A estas alturas nos vamos dando cuenta de que esa “libertad” soñada va quedando bastante restringida, pero hazme caso, es por tu bien. La nueva aspiración en la vida: encontrar al amante perfecto, es más fácil e higiénico que uno distinto cada día.
¿La regla nº 9? En blanco, ya se me ocurrirá algo. Ah, sí! Preservativos. No importa que tu madre los encuentre en los bolsillos de tu abrigo, ya es mayorcita y seguro que tiene televisión ¿de verdad crees que se va a asustar?

Más reglas



(Como dije al final del anterior, he dividido en tres el tema ya publicado para que se haga más cortito, el próximo viernes más).

Regla nº 2: Nunca digas tu edad. Un caballero no te la preguntará y el que te la pregunta no te interesa porque no tiene educación, a no ser que tengas entre 18 y 20 añitos y él se quiera asegurar de que no eres menor de edad! El misterio es atrayente y siempre puede pensar que en vez de 40 tienes 37, lo cual se agradece, siempre. Si te echan más edad no te inmutes, es efecto del alcohol, que han bebido ellos, por supuesto.
Regla nº 3: Sal siempre con una buena amiga, y cuando se te acerque un chico, sobre todo si ya está avanzada la noche pregúntale disimuladamente su opinión antes de ligar con uno. ¡No sabes lo que unas copas y unas palabras bonitas pueden cambiar la realidad! Por cierto, hablaremos de las amigas en otro apartado ¡Tiene tela! Los viajes al baño sirven justamente para comentar cosas de este tipo. Ese morenazo de anchas espaldas y sonrisa irresistible al día siguiente puede resultar un enano (no, no era que llevases tacones) al que le faltan varios dientes (no, no era efecto de las luces ultravioletas) y con una tendencia incontrolable a bizquear (no, no era que te mirase el “cuerpazo”) Eso sí, asegúrate de que la amiga es buena de verdad y tiene buen gusto porque si no su opinión no vale:
1) Te dice que está OK y descubres más tarde que lo que ella quería era ligarse al guapo de verdad o que llevaba más copas que tú que también es posible.
2) Te dice que es horrible para a continuación, en cuanto te vas a pedir una copa, enzarzarse en animada conversación con él y después bailar apretadamente por toda la pista mientras tú los miras de lejos pensando... la verdad es que el chico está como un tren... no sé por qué a ella no le gusta...
Regla nº 4 ¡Tiene tela! y no, no son las amigas, de momento. ¿Ellos siempre tienen 26? O menos? Parece que sí, así que lo mejor es no preguntar a menos que quieras asegurarte de que es mayor de edad. Je je. No sé lo que pasa con los de 35-45. No se sabe por qué desaparecen del mundo, pero es así. Pregúntale a cualquier mujer. Son abducidos por extraterrestres? Por sus mujeres? Por el fútbol? ¿Están todos en tratamiento médico para sus distintas dolencias? Le cogen fobia a salir y relacionarse? El caso es que cuando alguno se te acerca, indefectiblemente tiene 26 años o menos, lo que te hace sentir como una asaltacunas hasta que te acostumbras. Después empiezas a verlo como una ventaja y finalmente cuando se te acerca uno de 30 lo consideras demasiado mayor para ti! Y es que no se puede negar que estos jovencitos tienen muchas ventajas: 1) No te haces ilusiones de futuro en común 2) No son amigos de tu ex pues por lo general, están en otra onda 3) Todavía no se les ha caído el pelo ni les ha salido barriga 4) Tienen aún bastante energía y eso que es difícil seguirle el ritmo a una mujer de 40 5) Te pueden poner al día en las últimas tendencias 6) Tienen mucho amor para dar pero se les pasa rápidamente.

viernes, 10 de agosto de 2007

Las normas






Empezamos con las reglas del manual y luego ya pasaremos a las historias ejemplares:


Regla nº 1: Nunca perseguir a un hombre o, al menos, impedir que éste se dé cuenta. ¿Machismo? No, simple cuestión de orgullo, que tanta falta nos hace, según habíamos acordado. Si una mujer le dice que no a un hombre, él pensará que es virtuosa; si un hombre le dice NO a una mujer, es un desastre porque SABEMOS que NO son virtuosos, así que la opción B es que no le gustamos. ¡HORROR!.

A un hombre nunca se le ocurrirá pensar “No le gusto”. Para él si una mujer no le hace caso - y aprendeos las excusas (repetirlas como un rosario si nos rechazan es bueno para la autoestima) - es porque:

a) “es una estrecha”

b) “Hay que seguir insistiendo”

c) “Ya está con otro”

d) “Nunca lo hace la primera noche”

e) “Tendrá la regla”

f) “Es lesbiana, qué tonta, no sabe lo que se pierde” "Una mujer se ha perdido, se ha perdido mi forma de amar..." (Silvio)

g) “Le duele la cabeza” (je je)
Nosotras, en cambio, pensamos:

a) “No le gusto”

b) “No le gusto”

c) “Estoy gorda”

d) “Tengo pocas tetas (tendré que aumentar una talla más, a la 140) para gustarle”

e) “El culo se me ha caído y no me gusta ni a mí”

f) “Tengo mal aliento”

g) “Ya no sirvo para nada” (y justo en ese momento tu amiga te pide que le sujetes la copa para salir a bailar)
¿Hacen falta más explicaciones?
Por esta misma regla de tres nunca le mandes mensajes ni le llames primero. Espera a que él dé el primer paso (a no ser que quieras dar la impresión de estar desesperada (cosa que no es verdad, además) Entonces... ¿qué hacer cuándo ves al chico más guapo del bar? Pues:
a) Mirarle y sonreir al tiempo que hablas con otros para que vea que tiene competencia, les es difícil resistirse a esto, no a la sonrisa sino a la competencia.
b) Bailar sugerente en la pista y tropezarte con él o al menos con su mirada “sin querer”. En las películas funciona.
c) La infalible: hacer que te lo presenten e hipnotizarlo con tu conversación, limitada, eso sí, por los decibelios de la música, y tu sonrisa para explicarle que te tienes que ir pronto cuando más a gusto esté. Aquí deberá insistir en acompañarte. Si a estas alturas no muestra interés date media vuelta y observa al resto de los hombres a ver si hay alguno más asequible. No pierdas el tiempo con ese témpano de hielo. ¿No te ibas? Pues no, ser flexible es muestra de inteligencia.
Si te ignora NUNCA NUNCA debes preguntarle ¿No te gusto? Porque hay dos opciones 1) que no le gustes, cosa que realmente no querrás que te diga 2) que si le gustabas y es que era tímido ahora ante esa pregunta impertinente ya no le gustes nada.

(Me comentan que el tema ha quedado muy largo, cierto, así que lo he dividido en tres partes. El próximo viernes más)

viernes, 3 de agosto de 2007

El mundo de la noche y luego el del día. Manual de supervivencia









Pues sí, hacía falta un manual de instrucciones, también para el mundo de la noche. ¿Por qué? Pues porque es un mundo aparte en el que nada tiene que ver con la realidad diurna, mucho más objetiva y racional. La noche es diferente. Todos lo sabemos. Yo no me di cuenta realmente de lo que sucedía hasta que me separé, entonces como toda recién divorciada que se precie fue cuando me dediqué al peregrinaje de los garitos nocturnos y fui descubriendo esa otra realidad paralela que hasta entonces me había estado vedada. Yo - y algunas de mis amigas – fui una mujer felizmente casada hasta que de repente, después de algunos bellos hijos y al cabo de 25 años de feliz convivencia mi marido entró en esa crisis anunciada. De repente ya no sabía si estaba enamorado de mí. Le entraron ganas de tontear vía SMS y quizás otras vías que no quise o no pude averiguar, así que me lié la manta a la cabeza y después de muchos llantos y no pocos sufrimientos, me separé y hete aquí que de repente ya no soy la feliz casada sino una separada más de las tantas... Al principio fui una desgraciada separada pero no está en mi carácter sufrir mucho así que mi mente hizo un esfuerzo, cambié todos mis esquemas y aquí estoy, en vías de completar satisfactoriamente la transformación a feliz separada. Antiguamente esta figura no abundaba aunque ya era conocida la de la “viuda alegre”. Ésta alcanzaba la felicidad tras largos años de condena y matrimonio al morir el marido, ahora no hace falta esperar tanto. ¡Podemos separarnos! y esta solución tiene menos riesgos, además. Ya sé que no es lo mismo pues no se alcanza el mismo grado de perfección, la sombra del “ex” es más alargada que la del ciprés y por supuesto que la del feliz difunto. Hay que convertir, perdón, compartir a los hijos y reclamar pensiones aunque nos siguen dejando, en algún caso, la casa, en fin. A pesar de todo se consigue en gran medida eso que llaman LIBERTAD. Cual toro que sale disparado al ruedo con ganas de cornear al que se le ponga por delante esa recién separada feliz se quiere comer el mundo si la dejan y a la vez necesita elevar la autoestima mal parada, sobre todo si es ella la “Abandonada”. Y así, vemos ese ejército mal uniformado de separadas que rondan la cuarentena y que pensaban que ya no podían comerse una rosca (si no era la rosca del marido) descubriendo satisfechas que aún son deseables (aunque sólo sea por una noche) para otros muchos hombres y que tienen aún el PODER en sus manos... ja...ja... ja... ja! (risa de bruja satisfecha). Otras de mis amigas lo tuvieron muy claro desde el principio y nunca se casaron, ahora te acogen como al hijo pródigo, contentas pero sin un solo reproche. ¿Qué desea, en mi caso, esta feliz separada con hijos y sus amigas en situación más o menos similar? Reconstruir su vida en pareja NOOO, menos aún las que nunca llegaron a crearla pero sí DIVERTIRSE Y DISFRUTAR LA VIDA, CONOCER GENTE NUEVA... HOMBRES! Y de aquí esta profunda y sentida frase común a toda o casi toda recién separada que se precie “¡Vámonos de marcha!” Pero aquí viene el problema. Como decía, el mundo de la noche es nuevo, diferente, complejo, tiene sus propias normas y corremos el peligro de meter seriamente la pata si no nos andamos con cuidado (incluye embarazos más bien NO deseados) y aquí es donde interviene “El Manual”. Se recomienda su lectura todos los días al principio y luego iremos espaciando su estudio hasta que veamos que somos expertas y que podemos pasar sin él. Pero insisto, al principio es ¡FUNDAMENTAL! Ya iremos viendo por qué en los capítulos siguientes.





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