viernes, 3 de agosto de 2007

El mundo de la noche y luego el del día. Manual de supervivencia









Pues sí, hacía falta un manual de instrucciones, también para el mundo de la noche. ¿Por qué? Pues porque es un mundo aparte en el que nada tiene que ver con la realidad diurna, mucho más objetiva y racional. La noche es diferente. Todos lo sabemos. Yo no me di cuenta realmente de lo que sucedía hasta que me separé, entonces como toda recién divorciada que se precie fue cuando me dediqué al peregrinaje de los garitos nocturnos y fui descubriendo esa otra realidad paralela que hasta entonces me había estado vedada. Yo - y algunas de mis amigas – fui una mujer felizmente casada hasta que de repente, después de algunos bellos hijos y al cabo de 25 años de feliz convivencia mi marido entró en esa crisis anunciada. De repente ya no sabía si estaba enamorado de mí. Le entraron ganas de tontear vía SMS y quizás otras vías que no quise o no pude averiguar, así que me lié la manta a la cabeza y después de muchos llantos y no pocos sufrimientos, me separé y hete aquí que de repente ya no soy la feliz casada sino una separada más de las tantas... Al principio fui una desgraciada separada pero no está en mi carácter sufrir mucho así que mi mente hizo un esfuerzo, cambié todos mis esquemas y aquí estoy, en vías de completar satisfactoriamente la transformación a feliz separada. Antiguamente esta figura no abundaba aunque ya era conocida la de la “viuda alegre”. Ésta alcanzaba la felicidad tras largos años de condena y matrimonio al morir el marido, ahora no hace falta esperar tanto. ¡Podemos separarnos! y esta solución tiene menos riesgos, además. Ya sé que no es lo mismo pues no se alcanza el mismo grado de perfección, la sombra del “ex” es más alargada que la del ciprés y por supuesto que la del feliz difunto. Hay que convertir, perdón, compartir a los hijos y reclamar pensiones aunque nos siguen dejando, en algún caso, la casa, en fin. A pesar de todo se consigue en gran medida eso que llaman LIBERTAD. Cual toro que sale disparado al ruedo con ganas de cornear al que se le ponga por delante esa recién separada feliz se quiere comer el mundo si la dejan y a la vez necesita elevar la autoestima mal parada, sobre todo si es ella la “Abandonada”. Y así, vemos ese ejército mal uniformado de separadas que rondan la cuarentena y que pensaban que ya no podían comerse una rosca (si no era la rosca del marido) descubriendo satisfechas que aún son deseables (aunque sólo sea por una noche) para otros muchos hombres y que tienen aún el PODER en sus manos... ja...ja... ja... ja! (risa de bruja satisfecha). Otras de mis amigas lo tuvieron muy claro desde el principio y nunca se casaron, ahora te acogen como al hijo pródigo, contentas pero sin un solo reproche. ¿Qué desea, en mi caso, esta feliz separada con hijos y sus amigas en situación más o menos similar? Reconstruir su vida en pareja NOOO, menos aún las que nunca llegaron a crearla pero sí DIVERTIRSE Y DISFRUTAR LA VIDA, CONOCER GENTE NUEVA... HOMBRES! Y de aquí esta profunda y sentida frase común a toda o casi toda recién separada que se precie “¡Vámonos de marcha!” Pero aquí viene el problema. Como decía, el mundo de la noche es nuevo, diferente, complejo, tiene sus propias normas y corremos el peligro de meter seriamente la pata si no nos andamos con cuidado (incluye embarazos más bien NO deseados) y aquí es donde interviene “El Manual”. Se recomienda su lectura todos los días al principio y luego iremos espaciando su estudio hasta que veamos que somos expertas y que podemos pasar sin él. Pero insisto, al principio es ¡FUNDAMENTAL! Ya iremos viendo por qué en los capítulos siguientes.





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