viernes, 10 de agosto de 2007

Las normas






Empezamos con las reglas del manual y luego ya pasaremos a las historias ejemplares:


Regla nº 1: Nunca perseguir a un hombre o, al menos, impedir que éste se dé cuenta. ¿Machismo? No, simple cuestión de orgullo, que tanta falta nos hace, según habíamos acordado. Si una mujer le dice que no a un hombre, él pensará que es virtuosa; si un hombre le dice NO a una mujer, es un desastre porque SABEMOS que NO son virtuosos, así que la opción B es que no le gustamos. ¡HORROR!.

A un hombre nunca se le ocurrirá pensar “No le gusto”. Para él si una mujer no le hace caso - y aprendeos las excusas (repetirlas como un rosario si nos rechazan es bueno para la autoestima) - es porque:

a) “es una estrecha”

b) “Hay que seguir insistiendo”

c) “Ya está con otro”

d) “Nunca lo hace la primera noche”

e) “Tendrá la regla”

f) “Es lesbiana, qué tonta, no sabe lo que se pierde” "Una mujer se ha perdido, se ha perdido mi forma de amar..." (Silvio)

g) “Le duele la cabeza” (je je)
Nosotras, en cambio, pensamos:

a) “No le gusto”

b) “No le gusto”

c) “Estoy gorda”

d) “Tengo pocas tetas (tendré que aumentar una talla más, a la 140) para gustarle”

e) “El culo se me ha caído y no me gusta ni a mí”

f) “Tengo mal aliento”

g) “Ya no sirvo para nada” (y justo en ese momento tu amiga te pide que le sujetes la copa para salir a bailar)
¿Hacen falta más explicaciones?
Por esta misma regla de tres nunca le mandes mensajes ni le llames primero. Espera a que él dé el primer paso (a no ser que quieras dar la impresión de estar desesperada (cosa que no es verdad, además) Entonces... ¿qué hacer cuándo ves al chico más guapo del bar? Pues:
a) Mirarle y sonreir al tiempo que hablas con otros para que vea que tiene competencia, les es difícil resistirse a esto, no a la sonrisa sino a la competencia.
b) Bailar sugerente en la pista y tropezarte con él o al menos con su mirada “sin querer”. En las películas funciona.
c) La infalible: hacer que te lo presenten e hipnotizarlo con tu conversación, limitada, eso sí, por los decibelios de la música, y tu sonrisa para explicarle que te tienes que ir pronto cuando más a gusto esté. Aquí deberá insistir en acompañarte. Si a estas alturas no muestra interés date media vuelta y observa al resto de los hombres a ver si hay alguno más asequible. No pierdas el tiempo con ese témpano de hielo. ¿No te ibas? Pues no, ser flexible es muestra de inteligencia.
Si te ignora NUNCA NUNCA debes preguntarle ¿No te gusto? Porque hay dos opciones 1) que no le gustes, cosa que realmente no querrás que te diga 2) que si le gustabas y es que era tímido ahora ante esa pregunta impertinente ya no le gustes nada.

(Me comentan que el tema ha quedado muy largo, cierto, así que lo he dividido en tres partes. El próximo viernes más)