viernes, 21 de septiembre de 2007

No todo iban a ser ventajas







Bueno, hoy me toca hablar de nuevo de los jovencitos. Hasta ahora sólo he comentado algunas de las ventajas (tienen más) de ligar con ellos pero para equilibrar la balanza hay que presentar también la cara B de este disco y para ello nada mejor que leer esta pequeña historia con moraleja, aunque no sé muy bien cuál es.

Te pongo en situación: Domingo de resaca, te levantas junto a un rubio de ojos dulces y piel suave que duerme tiernamente después de haberte besado de esa misma forma durante la noche. Lo miras, más tiernamente todavía, mientras piensas ¡Qué tierno! Si todavía no se te ha revuelto el estómago sigue leyendo...

Te levantas y vas a la ducha, pensando en preparar el desayuno para los dos y luego despedirte de él con un beso para seguir con tu vida y con tus múltiples ocupaciones diarias... Sales de la ducha y él... sigue durmiendo. Te vistes. Preparas el desayuno y él sigue durmiendo. ¡Es tan joven...! Necesita dormir. Igual aún está creciendo... piensas un poco menos tiernamente mientras repasas todo lo que tienes que hacer así que optas por desayunar... sola. Luego haces un pequeño intento de despertarle "tiernamente" pero ronca como una marmota y duerme como un oso en invierno y ¡no reacciona ni a los zarandeos!

2 horas después abre los ojos, soñoliento y tiernamente mirando a través de la puerta abierta hacia la consola de tus hijos, en el pasillo, exclama súbitamente despierto: ¡Uau! ¡¡Tienes la PlayStation 3!!