viernes, 29 de febrero de 2008

La mujer honesta


Siempre fui muy tímida y pudorosa. Ya de pequeña cuando venía el fotógrafo a preescolar, me daba tanta vergüenza posar para un desconocido que me levantaba la falda y con ella me cubría totalmente la cabeza. Así pues, no es extraño que de mayor atraiga a ese tipo de hombres, sí, aún quedan, que esperan de nosotras que seamos honestas, puras y que no nos gusten los hombres. (¿Ni siquiera él? .... porfi).
Así que, catiks, atención al consejo de hoy: no lo contéis todo!