miércoles, 16 de abril de 2008

Suplemento cultural, informativo de los lunes anticipado al viernes por su extensión: EUREKA I, qué curro

Este tema es largo y necesita concentración, así que lo he dividido en tres partes. Hoy los conceptos básicos, mañana un poco más y por fin el lunes iremos al grano. Empecemos por una aproximación a las Ciencias griegas y sus métodos: la prueba indirecta y el infinito potencial. Abróchense bien abrochaditos los cinturones. ¿Ya? pues no, porque seguro que entre la barriguilla y el cinturón aún puedes meter un dedo y si apretaras más el cinto, todavía cabía una uña y aunque metieras tripa y te lo ciñeras un poco más, seguro que podrías introducir la esquina de un folio y así sucesivamente hasta el infinito. Pues eso es el infinito potencial, podemos continuar de manera indefinida pero no será necesario.
La prueba indirecta es más sencilla, imagina que quieres demostrar que tu novio no es relativo con respecto a X. Entonces partes de la idea contraria y le acusas de tener relaciones con X. Él sigue la argumentación y afirma que así es, que X es su novia. De esto se deriva, por la propiedad conmutativa del noviazgo, que X tiene un novio que es el tuyo. Esperemos a llegar a la conclusión.
Resulta que, además, por axioma, X tiene un único novio desde hace 1 año, que ¡eureka! no es el tuyo. Hemos tropezado con una contradiccion: X tiene un único novio y X tiene, al menos, dos novios (uno de ellos, el tuyo). Como esto no puede ser, quiere decir que la hipótesis de la que partimos y que nos ha conducido hasta aquí, hasta este fallo, es falsa y por tanto, tu novio es no-relativo con respecto a X, exactamente lo que querías demostrar. Enhorabuena.
Gracias a estos dos métodos es como Arghquímedes puede medir las figuras más curvas llegando a cuadrar, con esa intención, las parábolas. Veremos cómo. (El lunes). Pero antes hemos de refrescar un par de conceptos sobre el triángulo. Éste, claramente, es un conflicto entre tres (ver figura 1) marcado por los sujetos en cuestión (vértices: novia relativa, novio 1 y novio 2); la relación entre cada par (línea que une dos elementos, también llamada lado) y el campo de visión o ángulo que cada uno tiene sobre la relación entre los otros dos componentes. También en un triángulo hay que tener en cuenta la mediana: la mirada fulminante que cada vértice lanza a la mitad exacta de la relación entre los otros dos. Como normalmente habrá 6 ojos, hay pues 3 medianas, que dividen, cada una, al triángulo en dos partes con exactamente el mismo problema (= peso = área pal´caso). (Así, si nos fijamos en la fig.2 veremos que el triángulo verde, dentro de la parábola, es la mitad del rojo, que, a su vez, es la mitad del azul. Es decir, 4 de los pequeños (verdes) tendrían el mismo peso (área) que 1 grande).
El punto donde se cruzan las medianas es el centro de gravedad del conflicto (ver figura 1 otra vez). O sea, que si os quisiérais ahorcar los tres juntos, habría que hacerlo por ese punto para que quedáseis exactamente a la misma distancia del suelo; o sea, en lenguaje llano: el triángulo colgado por ese punto quedaría paralelo al suelo. Si seguís mirando la fig. 1 y calculáis a ojo (perdonando mis fallos como delineante) veréis que ese punto marca, y esto es importante (para el lunes) justo 1/3 de cualquiera de las medianas (algo lógico ya que érais tres, de ahí viene lo de la Santísima Trinidad).