martes, 4 de junio de 2013

miércoles, 24 de abril de 2013

Mi jefe, después de leer mi artículo poético sobre el autor que idolatra, me advirtió sutilmente:
- "Que sepas que tu próximo canto podría ser el del cisne".
Observé desconcertada su aspecto, incongruente, a mi modo de ver, con sus palabras. Las mangas de sus camisas prêt a porter le quedaban siempre algo cortas, los hombros en cambio muy bien ajustados a las costuras y el cuello a punto de reventar, por lo que solía llevarlo desabrochado. La enorme tripa luchaba más abajo contra la fuerza de un par de botones de nácar tratando de cumplir su cometido. Era muy velludo. De las orejas, así como de las fosas nasales, le salía algo de ese mismo pelo rizado y breve que orlaba su testa rojiza de director. Se había echado el café por encima justo en el momento en que yo entraba en el despacho y tras las exclamaciones de dolor y despecho y las maniobras de secado provisional, se veía, a través de mis ojos irritados, como un recién desenterrado eslabón perdido. Me había ofrecido a volver más tarde pero me dijo que me quedara, puesto que lo que tenía que decir era muy breve y así fue como lo dijo.
- "Que sepas que tu próximo canto podría ser el del cisne".

Desalentada y visto que nada en absoluto que yo firmara parecía complacerle, opté por presentar directamente como columna una carta que una divertida corresponsal y admiradora había enviado a la redacción. Olvidé, como siempre, borrar el remitente y me encontré, casi sin interludio, disfrutando de unas vacaciones anticipadas con derecho a retorno. Puesto que sé que, ni consciente ni inconscientemente, el hombre se siente a gusto conmigo o con mi trabajo, achaco la posibilidad de mi regreso a que tiene en marcha negocios conjuntos de cierto calado con mi medianía: mi pareja disléxica de mente extraviada, que acabó durmiendo todas las noches a mi lado por un error de curvaturas, quizás en el espacio y en el tiempo.
Hoy, por fin, tras el obligado descanso, regreso al mundo al que verdaderamente pertenezco, el de la información fidedigna.
- "Te saco de la columna y te paso a chistes gráficos. Es lo que hay ahora, si lo quieres" - por un segundo pareció esperanzado - "A ver si no la cagas esta vez" - me descerrajó nada más cruzar la puerta de su despacho, en el lenguaje estrictamente profesional que le avala como alto cargo - "O si no, te cambiamos el pseudónimo columnar, como prefieras".
- "¿Puedo alternar?"
- "Yes, of course" - respondió en un alarde de, si posible, amable campechanía y prepotencia internacional y me hizo adusto un gesto para que me fuera.
Decidí empezar con un chiste puesto que en el cerebro de mi compañero de cama tengo recursos suficientes para no tener que estrujarme el propio. No esperen mucho de él porque ya saben el extraordinario humor que gasta, como para una primera cita fallida. Eso sí, en un intento de ser fiel a los ideales de la tradición periodística más anticuada, es verídico. Y mi hombre lo descubrió sin salir de casa, al sacar de la bolsa de la compra el envase de plástico que protege nuestro símbolo más apreciado del estado de bienestar.
- "En Colhogar creemos que depende de nosotros que estas magníficas criaturas sobrevivan y prosperen. El elefante ha sido nuestro emblema...etc" - dice el representante de Colhogar, en Burkina Faso.
El dibujo me lo hizo el hijo de la vecina.
Contrariamente a mis expectativas, mi jefe me llamó a su despacho para felicitarme por lo que llamó "esa excelente viñeta antimonárquica y democráticamente correcta".

http://www.colhogar.com/salvaloselefantes/?page=2

viernes, 19 de abril de 2013

curso de inglés

jueves, 11 de abril de 2013

jueves, 4 de abril de 2013

"...me imagino a todo el mundo diciendo la verdad"

sábado, 2 de febrero de 2013

pero ¿qué es plagio?

Dicen que a buen entendedor pocas palabras bastan y también que nada nuevo hay bajo el sol y que quien nació cansado vive para descansar. Afortunadamente los refranes surgieron para quedarse,independientemente de si su contenido es inteligente o prejuicioso, antes de los derechos de autor.
Sencillamente ¿cómo puede ser que la gente diga en voz alta y sin sonrojo que han patentado una suela roja o, me doy con un canto en los dientes el "¿Cómo están ustedes?" de los payasetes que si lo pronuncian ustedes pública e indebidamente les puede costar un juicio. !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
La conjura de los avariciosos, cualquiera diría que hay un botijo solo en medio de un desierto. Me parece que habría que empezar los cambios redefiniendo delito por un ordenador ajeno a sentimientos humanos.

lunes, 28 de enero de 2013

Hay anécdotas que nos ponen de un humor negro y sin gracia, a veces incluso sin saber por qué.

Es fácil saber, por ejemplo, que esas personas que han tenido tan poca experiencia con los afectos que llegan a confundirlo con la mirada y creen que la mejor manera de ligar es causar molestias; nos resultarán molestas. No hay más remedio, sin embargo, que prestar atención a una mosca que trata de posarse sobre tu ojo. Dichoso verano. Por contra, hay otras situaciones y seres que nos dejan con la incógnita y nunca llegamos a averiguar del todo por qué, después de estar con ellos, nos sobreviene un ánimo de nube gris amenazando tormenta. El mundo se muestra de pronto como un lugar peor y más obscuro. No son personas que a priori nos desagraden, sólo nos fastidia el estado en que, inexplicablemente, nos sumergimos a su lado, quizás como un contagio.

Por fortuna, también existen aquellas otras que nos recomponen la sonrisa perdida.Imagino que debió de ser así Maura, no Carmen, que también puede serlo, sino Julia: una dama que en sus tiempos fue acusada de plagio y despedida por ello de su trabajo. Su autodefensa - ahora lo comprenderán - consistió en estas frases, agudas por todos sus costados:

"Solamente yo he tenido, cuando me he lanzado a plagiar, de hacerlo a cara descubierta, con nobleza sin disimulos, con la fidelidad del calco. Pero tiene su explicación. Yo he plagiado por convencimiento."

"A mí me pareció que la única manera posible que yo tenía de parecerme algo a los genios era plagiar de vez en cuando como ellos. Y lo hice".

"Pero por excepción. No vayan a creer que eso va a constituir en mí una costumbre."

(¿Se sonrojan? Sí, ya lo advertía la persona que daba esta información en su artículo sobre el plagio. Debe pues ser una reacción normal, no indaguemos demasiado en las causas de esta vergüenza sutil).

sábado, 12 de enero de 2013

viernes, 21 de diciembre de 2012

Si acaso

No sólo no publicó mi artículo sino que se tomó la molestia de corregirlo con un bolígrafo rojo de tinta desvaída y moribunda; algo que nunca antes había hecho y que mis otros jefes, allá en mi patria voladora y antipodiana, afiliados a épocas muy anteriores hubieran considerado una humillación y un desprestigio. Luego, en la penumbra de la oficina, lo tiró a la basura.
- La provocación ya no interesa - Miraba serio y profundo a la calle a través de las persianas entornadas - Lo políticamente incorrecto es ya lo más correcto, no se puede ser correcto ¿entiendes? Luego, no puedes ser incorrecta. Así de simple. - Volvió hacia mí su rostro.
Lo contemplé un tanto perdida, no le había seguido bien. Continuó perorando un rato y finalmente, por compasión, solidaria y empática, dijo, me asignó gustoso una columna de opinión. Antes de que le diera la espalda, contenta y desolada, me asestó el golpe mortal:
- Si vas a hablar de poesía, no saques los datos de una enciclopedia o no copies las frases completas, por lo menos, siquiera cambia el nombre del autor.
Enrojecí pero aún tuve el coraje mauriano de afirmar, como si no me hubiese atrapado.
- Si un cínico vende latas de merde d´artiste ¿por qué no puedo plagiar poemas?
- porque entonces no es poesía - respondió con suave sonrisa de gorila - ¿Qué es eso de merde d´artiste? Suena bien para tu próximo trabajo de investigación.
- Es arte.
Nos miramos algo irritados, como siempre, luego nos encogimos de hombros.
- Ten aquí un artículo para mañana - afirmó con algo menos de severidad. Había una temperatura cálida en el aire, un cielo azul que se intuía más allá de la ventana, que impedía llegar a mayores. El cuerpo se abandonaba y no me hubiera seguido a la acción, ni siquiera verbal. Tan sólo un espasmo de corazón guerrero que se resiste, bramó desganadamente para los adentros, cerrando los ojos al medio ambiente navideño:¡Burro, inculto! Mientras, el verdadero burro y el buey afirmaban, cabezones y aburridos, que su pregunta y mi insulto no eran más que pura retórica. Debió leer mi mente porque se sonrió para sus propios adentros relamiéndose los dientes.
Cuando llegué a casa, fui directa al google. ¿Cómo se nominaba aquel "filósofo poeta", bastante pesado y cursi, que no conocía nadie más que mi jefe y que mi jefe detestaba? Ah, sí... Lo hallé: CTRL C + CTRL V:
"No me preguntes si te amo pues sabes que el terror cuando anochece se diluye en el conocimiento del amanecer inevitable. Hay ciclos invisibles que sólo son retazos durante la infancia eterna y la juventud basculante. El equilibrio es pues, una empírica esperanza y no una posición entre dos desaforados sentimientos" Quité todas las comillas pero no le quité el nombre pues esto no era el plagio sino sólo la cita. El artículo consistiría en la crítica a estos textos. ¿Habría el merde hecho una? Con su labia extraordinaria... Era una pena, realmente, que todos ellos no se hubiesen dedicado a la literatura.
De nuevo busqué con el google. Resultaba difícil de creer pero sí, había críticas a tutiplén sobre ese texto aunque ninguna del merde, no siempre se puede tocar el cielo.
Escogí una especialmente adoradora de su objeto.
CTRL C + CTRL V + CTRL G
La poesía me contagió por un momento y me pregunté algo triste ¿me acomodé a los tiempos, fue por venganza o fue siempre así sólo que bajo la ceguera de la autoinconsciencia? ¿Quizás la influencia intermitente de...? ¿Cuándo fue que me corrompí? ¿Dónde está la línea que avanza junto a nosotros, como el horizonte, alejándose, cada vez que damos un paso hacia ella tratando de definirla?
"La belleza del color"- se exaltaba el admirador, inmune a mis divagaciones atemporales - "que torna en madurez es como el instante en que nace un niño o teje su tela una araña, el milagro del ojo ciego que señala de pronto una nube" - Estaba claro que al tiempo que lo "criticaba", trataba de imitar su estilo - "Fecundas mi corazón con cada una de tus lágrimas que en superficie provocan una risa seca, espasmódica, un asombro escueto que se esconde. Fecundas mi corazón como el apretón de un socorrista sobre el pecho, sin la bocanada de aire correspondiente. El ahogo de un pez fuera del agua con la maravilla del nuevo mundo en la mirada y el recuerdo del interior de la oscura crisálida en que sufrió tanto esfuerzo, tanto dolor, para luego de un salto, volver al elemento en que la vida aún se le permite sin revancha".
Para tal palo tal astilla. Estaba claro que este crítico creía amar sin costuras a su criticado y además se creía invisible, el niño con los ojos tapados. Sentí de pronto una punzada agudísima de envidia, como un intenso dolor físico.
"Te amo por delegación, en una rebeldía brutal e insospechada. Es como andar cabeza abajo mientras arrecian las risas que toda la vida desprecié sin demostrarlo. Hasta ahora. ¿Me comprendes o me construyes? ¿Me resucitas o tan sólo permites mi supervivencia?"
Luego seguía una retahila interminable de te amos.
Nunca tuve criterio, en eso al menos estábamos de acuerdo.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Despierto entre los brazos que me acogen, la red del trapecista, la cabeza apoyada sobre un pecho tibio que apenas late. Toda la sangre se le agolpa en el pensamiento, precipitado y directo. Rememoro la disyuntiva en que me ahogaba la tarde anterior, previa a una noche oscura, sin luna, antes de llegar a casa y refugiarme en él del naufragio de ese mundo público, figurativo y ornamental. - Las noticias deben adecuarse al lugar en que se publican. - pero eso - protesté - es escribir lo que quieren escuchar. La información debe contar los hechos y atenerse a ellos. - No seas ingenua. No te estoy diciendo que falsees datos aunque sí que hay muchas maneras de enfocar un asunto. De todos modos, de lo que se trata es de que elijas mejor el tema, ya estoy teniendo demasiada paciencia contigo. Existe demasiada información, necesitas un filtro. No seas estrecha. - Cualquier dato puede ser una buena noticia y resultar interesante, si se presenta, como dices, de manera adecuada. - No, no cualquier dato puede funcionar como una noticia correcta. ¿Por qué no escoges algo que resulte significativo para tus lectores? ¿En qué crees que se basan los periódicos locales? Aunque sonara ciertamente cínico, tenía razón, como siempre. No podía camelarle ni tampoco convencerle sin dejar de lado sus propios argumentos, así que traté de fintarlo. - ¿Por qué no me pones a escribir una columna de opinión? - Con más razón - rezongó enfadado - Haz lo que te digo. Reconocí mi error. Me fui a casa. Por la mañana salí perezosamente de mi entorno salvavidas y me dirigí directa al despacho. Mi jefe quería un artículo para mañana y lo quería sostenible y autóctono. Eso significaba escribir sobre la crisis y los valores morales de toda la vida, vistos a través del ojo externo y presuntamente objetivo de un foráneo o bien... escribir sobre algo que ocurría en mi país de infancia, muy lejos de allí, en las precisas antípodas del lugar al que el destino me había consagrado. Hubiera querido escribir sobre ese hermoso espectáculo de la carrera de hembras de canguro rojo, las blue flyers, voladoras azules, con un suave pelaje en la parte superior en tonos gris azulado, en la reserva de Queensland pero no lo permitían. De mal humor agarré un folio, a la vieja usanza, y con el espíritu de rebeldía y contradicción propio de los voluntariamente sometidos, escribí los resultados del encuentro deportivo entre los dos equipos arropados, según me habían dicho los vecinos locales, respectivamente por Bildu y el Gobierno: ETA 829 - BANCOS 2. Me pareció un buen título para un espectáculo grotesco. Luego redacté el artículo y lo envié sin ganas a la redacción.
(manifestación en Barakaldo)

sábado, 1 de septiembre de 2012

Morir en la penumbra de un saxo olvidado, silencioso y cubierto de polvo, rodeado de gentes que comprendan que la muerte de un hombre solo en una tumba anónima y desconocida puede ser poseedora de belleza. Tan o aún más hermosa, siendo infeliz, que las lápidas grises, ordenadas y familiares que se cubren de flores. Tan o más, más, hermosas que las que se cubren de besos de desconocidos heréticos. Es un tipo de belleza distinta, que conmueve si la dejamos liberarse de la estúpida, humana, rutinaria y automática conmiseración hacia el - hermoso - abandono cuando ya ha sucedido sin que lo remediáramos; ofrendarle a un muerto lo que los vivos necesitan, incluyendo besos sobre piedras grises que sabe dios cuántas bocas antes habrán besado. Es evidente que de resucitar W., aunque fuese como fantasma, habría tratado de retener junto a él a un hombre tan atractivo en lugar de enviarlo a correr en pos de una lela, atragantada del mito poético e incapaz de verdadera poesía. Morir a la conciencia de la más absoluta soledad. Qué importa, realmente, si el aislamiento, físico o psicológico, es o no deseado, para qué perderse en las complejidades de las causas si es el efecto el que duele, inolvidable, demasiado tarde para dar marcha atrás. Ninguna escucha, demasiadas palabras devoradas y tragadas a la fuerza, como un buche de oca, asignado en el reparto de la suerte para convertirse en lata de paté. Tragar vocablos ajenos a los que se les aplica simultánea o posteriormente, con cuidado, un picadillo, para transformarlos en un relleno menguante e inconsistente, como un vómito. Mientras, continúan gastando el dinero con el objetivo de contar a los muertos y a los zombies que lo intentaron sin conseguirlo del todo. Tal vez sería mejor consolarlos sin sacarse la polla para ello. Parece un chiste de mal gusto, para algunos, un buen chiste, pero sólo es una anécdota. Un solo paso, fácil de dar cuando las neuronas se han entregado a una festividad enajenada y psicodélica, capaz de reducirnos al estado de imbecilidad necesario para encajar en un mundo divino. Ser consolado cuando ya no hay consuelo, tal vez sea por eso que nos cuentan. Ser consolado por aquellos que aún no llegaron al reinado del odio, criaturas intactas, protegidas por el guardián del centeno, si es que no las odiamos lo suficiente como para impedírselo del modo en que más nos rezarza de nuestra soñada venganza, casi indeseada cuando nos olvidamos al sol, como las lagartijas. Triste muerte, piensan de Marylin, pero siguen escuchándose a sí mismos, solamente. En el último instante, sin embargo, una pausa, debió de hallar una sonrisa completamente sincera. Descanse en la paz de la inconsciencia eterna.

lunes, 13 de agosto de 2012

Viaje a la Alsacia

La antigüedad de los terrenos da lugar a unas formas características: suaves, redondeadas, ni agresivas ni hirientes, tampoco blandas, sino macizas; dimensión regular en altura y en extensión, volúmenes macizos, más no excesivos. Se recuerda bien el verde oscuro de los árboles, el cálido intenso del terreno, las dimensiones de las plantas. En esta comarca también los árboles tienen características formales acusadísimas: son fuertes, robustos y macizos. Sus hojas se disponen apretadas entre sí, y muy próximas y el aspecto de conjunto es una masa redondeada, densa y considerable. Por si esto fuera poco hay animales que repiten, en su esfera vital, esas mismas características. En ninguna otra comarca hemos visto caballos como los de Alsacia. Es posible que esto sea coincidencia, pero es importante notar que todo conserva aquí las mismas características.
Voici un lieu du monde ou tout reste et se tait, le seul réduit oú l´ame est tout ce qu´elle était. (cita del poeta)

lunes, 6 de agosto de 2012

De aquellos viejos tiempos en que el honor era una palabra que se decía y utilizaba, al igual que todas las referentes a la ética, como un sofisticado florete antes de la barbarie, me fue legado, por la intercesión de un padre honesto, un sólido bloque de reglas por las que regir y en las que enmarcar mi conducta, de aquí a la eternidad, y que me sirvieron también como guía en la actividad periodística que desarrollaría en los tiempos futuros. El sentido de la justicia me impidió, como hacen otros colegas con exquisita labia y facilidad, criticar con saña y malevolencia taquera a la posible competencia de los recién llegados y de los espontáneos, a quienes los más veteranos tratan, sin remilgos, de quemar las alas que un día podrían quitarles el puesto o que, después de la muerte de Dios, la del periódico, ya les están arrebatando; razón que, añadida como un plus a la de mi sexo, explica suficientemente el hecho de que fuese las más de las veces relegada a tareas menores en el rincón oscuro de la profesión, algo que nunca, en el fondo, me importó demasiado mientras conservase la libertad de pensamiento y expresión, la que te da exquisitamente la falta de atención de los demás - y que consiste no en poder llamar idiota a los idiotas sino en poder decir lo que crees sin que te llamen idiota, reflejos de cristal inverso -. Por fortuna o por desgracia, la jaula constituyente del soporte vital de mi espantapájaros particular, el esqueleto que permite la postura erecta, fue atemperado por la más dócil y dúctil ética de la parte materna. Las reglas de la madre fueron siempre más aparentes y temerosas, sentidas quizás desde afuera y acompañadas internamente de un determinado son de fondo, difícil de percibir entre todos los otros rumores y la cadencia de algún baile insinuado que nunca se atrevió a esbozar. Recuerdo ahora su recuerdo de un día en que la pillaron a solas e intentaron sobornarla con un jamón. Mi padre se enfadó con ella cuando volvió a casa, no por aceptar un soborno sino por coger el jamón. Cuando el chico suspendió y aquellos padres encolerizados pasaron a pedir cuentas, ya sin ninguna elegancia, mi madre cayó de pie de su guindo particular, comprendiendo por fin a medias que la razón del enfado de mi padre no era del todo incierta. Se ofendió, más dolida por su error de juicio y por el afecto perdido de aquella pareja, en quienes había creído encontrar solamente amabilidad y cariño, que por el intento de corrupción. Mi padre la creyó inocente, pura e ingenua como un cántaro de leche pero yo que he llegado a conocerla mejor, de mujer a mujer, de hija imitadora a modelo existencial, sé que si no entendió la Idea de que la estaban sobornando fue más porque un jamón de mierda, fuese o no fuese pata negra, no era precisamente su idea de lo que pudiera ser un premio gordo ostentado tentadoramente ante sus ojos - para usted, señorita, por lo menos, un conde, le decía su profesor ya en parvulario - que por inocencia radical ante los extensos y constantes males de este mundo.

jueves, 26 de julio de 2012

Preview

Un hombre busca la verdad en los reflejos. No es que sea un intelectual husmeando en las cavernas de Platón sino que es un poeta disléxico que leyó un relato de una sombra y busca ahora ese cuento en las calles, hallando ecos de su propia realidad en las des que se curvan a la izquierda. Lo observo desde la esquina de mis ojos, observándome con su rostro de mirlo atento e infiltrado a través de la imagen de mi reflejo en el cristal. Imagen que compongo, tensa, mientras él se mantiene al acecho, esperando el instante, pequeño, preciso, tan pasajero que parece una mentira; ese momento de distracción en que uno olvida su discurso y la mirada del hombre soñoliento se hace sincera o simplemente se hace. El leve instante en que se conoce a un hombre.No quiero descubrirme. He aquí un hombre que levanta faldas delante delrespetable y que te contempla, seguro de sí mientras se equivoca con naturalidad, sin empacho ni rencor hacia sí mismo; yo, en cambio, formo parte del respetable que se culpa y que aplaude, extrañamente, por sincera cortesía que no por gusto sincero y cuando estoy a solas, apenas existo más allá de un estado animal y catatónico, con pinceladas espontáneas de luz naciente, en medio de la oscuridad que sobreviene.

El periodismo de hoy día, por lo general, con excepciones gloriosas, busca ser protagonista de la noticia, motor visible. Del olor a tinta, a papel o, en su caso, a electricidad, emana un aura obesa, que se hace notar a la hora de moverse, incluso sabiendo, como saben, cuán orgullosos deberían estar del poder que un día de presagio, el oráculo les susurró en la lluvia que tendrían, poder que, sin embargo, ven ahora tambalearse. Se embriagan como un gato empachado en medio de una tarta de bodas. Lanzan consignas, decidiendo de pronto que, ya que han de hacer nuevos ricos, por qué no postularse prontamente a sí mismos, antes que la fiesta acabe, sin su alegre mirada, sustituída por la mirada turbia del que aún no quiso olvidar todo lo que un día no muy lejano criticó con celo. Antes, la cosa era distinta. Los hombres de antaño, estreñidos, rectos, tenían entre las palabras que formaban parte de sus ideales algunas tales como nobleza, objetividad, exactitud y justicia, las llevaran o no a la práctica; claro que entonces la verdad, con o sin certezas, no era tan relativa y todas estas palabras eran como un cálido trago de vino que te anestesia en pos de un sueño que adormezca la conciencia.

martes, 24 de julio de 2012

Cuánto te equivocas, responde él seco. Soy principalmente un intelectual. Sí, es cierto que trato de encontrar la normalidad propia en esos espejos en los que encuentro a la mujer que no eres. La contemplo con curiosidad de cirujano. Abrir y sanar aunque cueste la vida que me das y que, como un hermano concebido intencionadamente, puede y quiere salvarme. Ella extenderá el brazo, nos tocaremos, invirtiendo al momento cada lado del uno en el del otro. Ahora vivo en un mundo cruzado, mis compañeros en el otro canto de la moneda. De todos modos, no busco verdades sino caminos. Me cautiva el brillo en la otra orilla, impune. Jamás levanto faldas al descuido, nunca al descuido. Sólo empleo, como habrás visto, cierta ostentación con las faldas de las maniquíes desperdigadas a la espera por la tienda, en esa calma plástica y eterna de una nada perdida recobrando su sentido, no sé si de derecha a izquierda o de izquierda a derecha.
Por favor, pedí inquieta, tratando de esquivar el reflejo incómodo de sus ojos, cuéntame un chiste. Creí que eso le haría volver su pensamiento hacia sí mismo, hacia sus recuerdos, olvidándome y permitiendo así mi existencia tan sólo desde el interior.
- Según el colectivo de escritores Wu Ming, la visión de la película El castañazo - y en particular el personaje de Reggie Dunlop interpretado por Paul Newman - tuvo un papel fundamental en el nacimiento del Luther Blissett Project. Ellos narran esta historia en la entrevista titulada “Cómo El castañazo inspiró una revolución cultural. Henry Jenkins entrevista a Wu Ming”. El entrevistador es profesor del MIT, titular de la cátedra Estudios comparativos sobre los medios de comunicación - me espetó sin demora de una sentada, contemplándome por primera vez directamente. Luego se tapó los ojos con las palmas de las manos, inclinando la cabeza hacia delante. Bajo la punta de la nariz que asomaba pude apercibirme de la sonrisa que acompañó como un guante al gorjeo de su garganta, marcando el ritmo de sus hombros, de pronto agitados en una leve y dispersa conmoción.
No supe si consolarlo con un abrazo o marcharme.
Comprendo tu ira, dije finalmente. Y me fui, mirando atrás. Seguía riendo tras las palmas, lo que me dio tiempo a alejarme.
http://es.wikipedia.org/wiki/Luther_Blissett_(seud%C3%B3nimo_colectivo)

domingo, 22 de julio de 2012

Lo cierto es que es extremadamente frustrante ser titular de uno mismo únicamente por decreto, letras sobre el papel; basada la idea en una ética que sólo comprenden los humanos, en teoría, y los animales - y los hombres - por instinto, defensivo o amoroso, quien lo sabe. Mandatos imperiosos que conocemos sin deletrear. Lo repito, es extremadamente frustrante poseerse únicamente por decreto. Ser el único propietario, a ratos, de algo casi por completo desconocido que, en ocasiones, se nos vuelve ajeno, una especie de juguete fantástico y en realidad inexistente del que con frecuencia hablamos como si fuese una cosa real situada fuera de nosotros. ¿Quiénes somos? No sólo quienes somos como pregunta imbricada en el "Origen" sino también trabada en el contexto. La lucha entre lo que sentimos que somos y quienes los otros deciden que seremos, que somos. Brujas y transexuales, se me ocurren como ejemplos extremos de la definición externa e impuesta frente a la interna, tomando el control hacia el exterior. De cualquier modo, parece que desde el comienzo y a pesar de que se diga lo contrario, hemos optado por tomar como base de toda construcción y de toda realidad, al deseo, el sueño de la voluntad. ¿Habrá nacido el mundo únicamente de la voluntad de ser? ¿Existe el deseo como herramienta para dar forma a lo que es, más allá de lo que, siendo real de cabo a rabo, llamamos apariencias? ¿Es entonces la realidad irreal y los sueños ciertos? Imagino un mundo para una posible novela, como un campo de pruebas, con realidades irreales donde aprender a través de la dilación entre el deseo y el hecho que las consecuencias son verdaderas. Pero, imagino, mi imaginación no es más que un sueño surgido de un deseo veraz, si es que no es el resultado de un aprendizaje de deseos ajenos.

martes, 17 de julio de 2012

Dos cisnes

martes, 5 de junio de 2012

My god



No puede una más que sobrecogerse ante el espíritu humano, luego dicen del valor de los perros, que, es cierto, lo tienen, se ve que hay humanos que aún comparten esa misma naturaleza.
http://enlaprorroga.com/tag/gary-connery/

jueves, 17 de mayo de 2012

Intuición

Estaba viendo un reportaje sobre Japón y de pronto aparecen dos tipos sobre la pantalla y uno de ellos me resulta raro, muy desagradable, seguro que es un cabrón, pienso intuitiva.



1949 es la fecha que dan como primera computadora, el EDSAC.
A ese ritmo... porque sí, será más difícil pero también los conocimientos se acumulan y se apoyan por lo que el cambio va cada vez más rápido. Creo que si cumpliera con la esperanza de vida, en ese plazo tal vez no sólo podría verlos sino también confundirlos en plena acción y discusión sobre los sentimientos, vaya que sí. Dice el profesor que a Japón no le parece un trauma porque ellos creen que el alma puede encontrarse en cualquier lugar ¿por qué no en un robot?



miércoles, 16 de mayo de 2012

Y perdónanos nuestras deudas...

¿Se rezará igual en todas las religiones? La hindú también tiene una trinidad: la Trimurti, es un término sánscrito que hace referencia a los tres dioses principales de la compleja mitología hindú: Brahma, Visnú y Shiva. Estos dioses representan respectivamente los ciclos de creación, conservación y destrucción del universo. Brahma sería el creador, Visnú el conservador y Shiva el destructor. (http://es.wikipedia.org/wiki/Trimurti)
... así como nosotros perdonamos a nuestros deudores...
Shiva
Krishna
Brahma

... a su imagen y semejanza:

La voz que se lleva por aquellos lares:

martes, 17 de abril de 2012

Artaud


Una de las últimas declaraciones de Antonin Artaud, otro para el club de antifreudianos:
"Lo que quiero decir antes de morir es que odio a los psiquiatras. En el hospital de Rodez yo vivía bajo el terror de una frase: "El señor Artaud no come hoy, pasa al electroshock". Sé que existen torturas más abominables. Pienso en Van Gogh, en Nerval, en todos los demás. Lo que es atroz es que en pleno siglo XX un médico se pueda apoderar de un hombre y con el pretexto de que está loco o débil hacer con él lo que le plazca. Yo padecí cincuenta electroshocks, es decir, cincuenta estados de coma. Durante mucho tiempo fui amnésico. Había olvidado incluso a mis amigos: Marthe Robert, Henri Thomas, Adamov; ya no reconocía ni a Jean Louis Barrault. Aquí en Ivry sólo el doctor Delmas me hizo bien; lamentablemente murió...-Estoy asqueado del psicoanálisis, de ese "freudismo" que se las sabe todas"
................................................................................ ................................................................................ [P.D. Tengo algunas complicaciones técnicas y no me aparecen ni el comentario de Helenacomite rescatado ni el propio. Decía algo de comentarios guardados y que podrían tardar un tiempo en aparecer].

martes, 14 de febrero de 2012

El rapto de Helena

Un pequeño anticipo porque no está terminado, todavía le queda, quizás más de lo que esperaba.

Quería decir que para el cuadro - que sí, está por completo inspirado en los textos de Helena, aunque de una forma un tanto literal ,con humor, sin ser lo que en realidad me transmite porque para eso todavía no llego (acabo de empezar con el óleo) - le debo mis agradecimientos prácticos al google, je, je, para la paloma que he copiado de una foto porque después de todo las palomas son todas bastante parecidas y más a altura de vuelo (las pocas diferencias en plumaje, tonalidad y tal, que puedan tener pues creo que ya van de suyo) y me parece lícito pues. El cíclope en cambio, aunque hay uno por ahí muy parecido, es cosa mía y sólo vi el similar después de haber planteado el mío. Me sorprendió pero claro, un cíclope ha de tener un ojo, ser grande y fiero, lo de calvo o no ya va al fifty- fifty. Aunque hay cíclopes por ahí muy guapos y originales. Pero bueno, a quien quería mencionar es a Narciso (su enlace a la derecha) pues desde que supe que iba a incluir columnas en el dibujo, sus fotografías de columnas con cielos tormentosos fueron lo primero que apareció en mi mente. No es que haya copiado de sus fotos pero su influencia es cierta y directa. Lo tuve muy presente mientras dibujaba esa esquina del cuadro y creo, espero, que en cierto modo esa influencia es reconocible, quizás más en el original que se notan más los contrastes, aquí salió muy iluminado.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Estoy mohína, me he peleado con uno de mis mariditos (viva Nadal!) y como estoy demasiado vieja y desencantada de la humanidad (qué razón tiene la mujer del caso Polanski diciendo que hace más daño la indiferencia y la crueldad social y la injusticia continuas que la agresión puntual) como para indignarme por quienes no hacen huelgas para que cobren más los de otra profesión; pues me uno a Bárbara, sin darle toda la razón (porque sí, a veces la ilógica es lógica); y sin querer quitarle el entusiasmo a quienes lo tienen, que va de suyo, ley de vida, el cachorro ruge y la edad aletarga y vengo, tiempo de Navidad, a romper una frasecita hecha. ¿Se acuerdan de aquellos estudios que demostraban que la Barbie era un mal modelo femenino y que si fuera de carne y hueso no se tendría en pie? Mamie ¿qué será lo que tiene la barbie?



¿Se podrá vivir con estos ojazos o con toda la cara reunida en la mitad inferior del rostro?





Mi amada Barbie, tenía una Nancy pero desde luego hubiera preferido una Barbie, francamente.

Después de todo, el alma la pone la dueña. Cómo me gustaría hallar una respuesta que no llamase a las puertas de la supervivencia (de la economía y las luchas intestinas por llenar el propio bolsillo a costa de los ajenos). En fin. Feliz Navidad.
Yo sigo creyendo que son las muñecas quienes imitan a la humanidad (y los valores que ésta tiene) y no los hombres los que imitan a los juguetes) aunque después se conviertan en símbolos. Un símbolo relleno de lo que no se ve, la inteligencia para saber que las niñas también admiran y quieren ser no sólo niñas sino mujeres, como sus madres, y para reconocer el modelo social estético (tampoco hacía falta ser un lince pero bueno, para aplicarlo ya se exige un poco más) y rellena de trabajo bien hecho. Porque al fin, como para las demás, se trataba de vender y ella lo hizo perfectamente.
Si queréis cambiar los muñecos, cambiad el mundo y entonces, de nuevo a criticar.

Who are you? (Tom Waits)
http://www.youtube.com/watch?v=9BNTymuwHM4&feature=related
http://www.traduceletras.net/es/tom-waits/who-are-you/58924/

jueves, 27 de octubre de 2011

El otro día ocurrió una cosa muy extraña en el super. Mis mariditos se habían enfrascado en una charla sobre política, así que me aparté cuidadosamente sin que lo notaran, son de partidos distintos, y continué con la compra. Me han diagnosticado neurosis de estrés, hace poco y como el remedio del médico es "no pensar", me automedico; con consecuencias un tanto imprevisibles. Así, ahora, antes de comprar cualquier cosa en el supermercado, miro la fecha de caducidad del bote que voy a llevar y también las 3 ó 4 latas del producto que haya en la misma fila. Así compruebo que no sólo el elemento escogido sino el lote al que pertenece, estén en buen estado. El médico dice que es algo obsesivo pero no importante y a mí me da mucha más confianza a la hora de meterlo en la panza. Platero y yo, divagué soñolienta por los pasillos. Allí estaba, absorta y tranquilamente dedicada a estos menesteres, cuando de pronto una figura un tanto informe, por la excesiva proximidad, irrumpió a mi lado agitándose violentamente, al ritmo, como yo, del bolero que sonaba en el hilo musical.
- PERO ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? - escuché con claridad mientras me asían del brazo.
La familiaridad tiene como efecto rebote devolverte a la infancia. Me encogí, sorprendida y sobresaltada, sin perderle el paso.
- ¿Es a mí? - pregunté bailando, rehecho el tímpano de la primera impresión. El desconocido debía ser, a juzgar por la borrosa mancha amarilla de la camiseta, alguien que trabajaba por allí de encargado.
- PUES CLARO ¿TÚ VES A ALGUIEN MÁS? ¿QUÉ CREES QUE ESTÁS HACIENDO? ¡Deja de menear los tarros y de menearte tú! ¡Aquí no se permiten esos bailongos y esas indecisiones, hombre! ¡Que no estamos para perder el tiempo! No sé, eh, no te veo yo en el buen camino. ¡Ahora mismo te me vas al despacho del director!
- Pero ¿qué dice? - me callé el "boludo´s shit" mientras me daba cuenta de que el tono de mi camisa amarilla era exactamente igual al de la suya y al de las cajeras. Me hirvió la sangre por su autoritarismo, me sonaba de algo su cara de atontado. Decidí, en un pronto de autenticidad, decirle la verdad. Como tengo la excusa de la neurosis ya hay pocas cosas que no pueda permitirme, realmente.
- ¡TARADOOO!
No me dejó continuar, improvisando un dueto que dejó el bolero reducido a la nada.
- PEROOO ¿TÚ SABES QUIÉN SOOOY YOOO? ¡MOCOOOSA!
- ¿Quién? - pregunté con curiosidad, había conseguido aplacarme con el piropo juvenil (Botox, shh).
Se hinchó y anunció pomposo:
- ¡EL EMPLEADO DEL MES!
El cirujano me avisó que no lo hiciera, sobre todo las primeras semanas pero mescojoné. Pensé que bromeaba.
- ¡Qué bueno! - jaleé.
- ¿NOOOO HAS VISTO MI FOTO, A LA ENTRAAADA? - gritó, aún enfurecido. Claro, pensé, de eso me sonaba su jeta aunque allí posaba sonriente.
Mis mariditos, alertados por los gritos del orate y por mis risas continuas, acudieron prestos, qué alegría, tanta preocupación.
- What hapens to this gentle man, my darling, my love? - preguntó el 2 con los ojos desorbitados. - A veces sospecho que mi hijo, el más pequeño, tiene razón y que este hombre no es del todo británico pero no importa, me gusta mucho el misterio -.
- ¡Jabru! ¿vos ya que le hiciste al ameba? ¡boludo de mil reputas!
- No sé, quillo... - medité un poco para resolver el enigma - Debe ser una cámara oculta... - concluí - en el aire, en el éter... los changes... of weathers - La verdad es que con las pastillas, como digo, a veces se me va un poco la bola y me pongo a hacer rimas en cualquier situación, creo que me ha contagiado mi extraño 2.
- The weather? Like chamaleons?
- Vete a saber pero no, no, my love, es igual.
- You´re talking about change of weathers?
- Sí darling, di que sí. Insiste, cariño.
- Oh, I know you my darling, cammbiando tiemppos, yes! i Know this man too. NEW FREEDOM! - se exaltó - GOOD!
Mi primer marido puso tremenda cara de susto y le lanzó de pronto una galleta de mala uva al encargado pero vete a saber cómo le acabó acertando a mi segundo misterio.
- Jabru, vamos nena - le oí susurrar mientras me cogía la mano, prestos a salir corriendo. Inesperadamente escuché al impávido british, pelo largo, entablando amable conversación con aquel prohombre amarillo mientras se frotaba la mejilla.
- I know you, you are the man always in the corner, asking for money, aren´t you?
Entonces lo reconocí. Sí ¡Era el tipo que siempre pedía en la esquina! Tampoco andaba muy en sus cabales, solía ponerse de rodillas con el consabido cartelito "pamí patabaco pawisky pamujeres paunacamisamarilla..." ¿Era también el de la foto a la entrada del super? Me sentí confusa.
Por el rabillo del ojo vi al de seguridad que se acercaba con intención de cotillear, apreté la mano de mi one que aún sostenía la mía y me preparé para apretar también el paso.
- Quillo - le indiqué la puerta con la mirada - . You know! - le grité al british, ya alejándonos.


domingo, 14 de agosto de 2011

Crónicas rosas. En un mundo casi normal.


La de todos conocida artista Estelita Diez celebró ayer su cumpleaños, felices 72, junto a su amado esposo, Periquín de los Palotes, de 28, y el hijo de ambos, Dag, de 5 años de edad, nacido de una relación anterior de Estelita con un hombre desconocido, el famoso Dag Bolpez, informador del tiempo, como todos recordarán. Estelita es conocida en sus círculos íntimos por el apelativo cariñoso de <> pues es una mujer de un gran atractivo personal, de "esa gente que siempre te absorbe y te lleva hacia adelante, quieras o no quieras", según comentan sus amigos más cercanos. "Es una mujer de un magnetismo animal. Te absorbe al punto de que a veces crees que te va a devorar", decían otras fuentes anónimas. Parece que la absorción es lo suyo.
- Erguido y al frente, es mi lema - suele decir Estelita.
La celebración, rodeada de unas grandes medidas de seguridad, para protegerse de los locos, los fans, los secuestradores, la familia y las fotografías de los paparazzis, se realizó en secreto en la hermosa finca ptolomaica que tiene Estelita en las Bahamas, más concretamente en el vastísimo salón azul del ala oeste de la mansión, presidido por un desorbitado, en el precio, Velázquez y muy lejos de la piscina.
- No queremos borrachos cayéndose al agua - comentó el esposo de Estelita antes de invitarme amablemente a un chapuzón - La hemos reservado únicamente para los de la prensa, el cuarto poder elemental.
- Querido Watson. Mi esposo es un hombre muy travieso, además de excepcionalmente bello. Me gustó eso de él enseguida pero no tenemos seguro - me comenta Estelita riendo como una campanilla, cuando me reúno con ella en las hamacas, tras ofrecerle en nombre de mi revista una sustanciosa suma a cambio de permanecer en dique seco y de la exclusiva, eso sí, sin fotos: mi cámara no se secó como yo. Se ve que soy más resistente que ella, debe ser porque acudo al Dr. Stchuss, C/Fuentelabrada nº 15, Madrid y tomo siempre Cocaycoca, mientras controlo el tiempo de la entrevista con mi reloj Schwareinstein.
- Estelita - dice Perico - tenía esa fama... cuando la conocí. Se acercó a mí en un restaurante en el que ambos estábamos comiendo y me invitó a cenar en el mismo sitio. "Es mejor economizar el tiempo que el dinero" me susurró al oído "y ya que estamos aquí...". Acepté. La verdad es que en cuanto nos tratamos un poco más, pude ver que no era como todos decían. Había, detrás de la imagen creada por las habladurías, otra persona o personas distintas en su interior. Es una mujer honesta y trabajadora, que he tenido la suerte de llegar a conocer y amar. Yo, por mi educación, leo muchos libros, sobre temas religiosos y rezo todas las noches. Quizás en eso he sido distinto a otros con los que ella estuvo antes.
- Me gustan los hombres que piensan, en lo que sea - confirma Estelita con un suspiro - aunque sea en la religión pero algo han de tener en la cabeza. Es mucho más interesante.
Estelita, antes de su matrimonio fue relacionada con varios nombres, algunos muy famosos, como recordarán, entre ellos el de su propio padre, fallecido en extrañas circunstancias que nunca se llegaron a aclarar, y el de Thorndssen Kapsfelcjks, galardonado por aquella época con un oscar honorífico. También mantuvo un breve romance con el modelo británico James Thamesy, en aquel entonces de 21, que permanece soltero, del disgusto, comentan sus compañeros. No será para tanto. Sin duda recordarán aquella tormentosa pareja de verano que Estelita y James llegaron a formar, con las acusaciones que finalmente éste último lanzó sobre Estelita de haberle sido infiel en varias ocasiones, en tan poco tiempo.
- Puro despecho. No le quiero - afirmó Estelita como réplica.
Ahora contemplamos a Estelita extraordinariamente relajada y feliz junto al hombre de su vida, después de los duros momentos que les ha tocado vivir. Recordemos juntos que la millonaria se vio implicada hace tan sólo 1 año en un escándalo con un portero de la discoteca que frecuentaba, quien la acusó de acoso y agresión sexual la cual, según él, se vio imposibilitada de consumar por su inferioridad física. Esta denuncia fue posteriormente retirada, cuando se descubrió que el susodicho portero traficaba con estupefacientes a la puerta misma del local en que también trabajaba como securitas y que, de los resultados de los análisis, se obtuvo, con toda evidencia, que había drogado a la hermosa encantadora sin su conocimiento. El marido de Martita, Perico, la apoyó con fervor, manteniéndose a su lado frente a todas las adversidades y sospechas.
- Ese hombre sólo quería la carne y el dinero que pudiera sacar pero Dios ve la verdad y espera - fueron las palabras de su bello cónyuge, que aún conserva su misma esbelta figura juvenil de entonces y que se mantuvo siempre fiel, al lado de su emprendedora esposa, en los instantes en que el destino les quiso poner a prueba.
También fue su apoyo hace dos años, cuando se acusó a la bella Estela de haber llevado a su hija adoptiva, ahora de 25, y que desde hace varios, es independiente económicamente, a un burdel masculino el día de su graduación.
- Fue por su cuenta, ya no es una niña - fue la respuesta que nos dio entonces Estelita.
- Es mayor de edad. No puedo decir que Dios lo apruebe aunque no lo sé, en todo caso no ha sido culpa de Estelita, ella siempre ha sido una madre excelente pero lo que la sangre lleva en la sangre queda - confirmó Perico algo violento.
Fueron momentos duros para la pareja, que consiguieron superar con nota sobresaliente, disfrutando ahora de un merecido descanso. Por fin parecen haber encontrado la paz y la tranquilidad deseada en su nidito de amor. No hay más que ver su felicidad patente, para comprender que se han aportado el uno al otro una gran estabilidad sentimental aunque han trabajado muy duro para conseguirla.
Damos la enhorabuena por su cumpleaños a Estelita, una mujer admirable que siempre ha llevado en el adn el gusto, la afición y la profesionalidad del arte más exquisito. Una mujer generosa que se ha ofrecido a comprar una nueva cámara. Reciba desde aquí nuestra admiración y nuestro cariño. El mundo de la cultura y el del espectáculo, combinación mágica y extraña, de difícil conjunción y que ella siempre ha sabido resolver con gran acierto, habría sido otro sin Estelita. Feliz futuro, preciosa. No te olvido, me confieso rendido a la encantadora, con permiso de Perico.
(P.D. Para cualquier revisión, apreciada Estelita, ponerse en contacto con la revista)

martes, 5 de julio de 2011

Mariditos



- Pschst!
- ¡Eh! ¿Maridito?
- Pschst!
- ¿Mm? - Catik gira sobre su propio eje, de pie en el centro del dormitorio, inquieta, echando un vistazo al tiempo a toda la habitación. Nadie.
- ¿Marido? - llama tímida.
- Pschst!
- Joder... - murmura por lo bajini - ¿Maridito? ¿Estás ahí? Tío... no me hagas esto.
- ¿De verdad te parece que mi voz es de maridito?
La voz es de mujer.
- Pues no. ¡MARIDITOOOO!
- Catik, chica, no te pongas histérica.
- ¿Qué eres? ¿Estás escondida en el armario?
- No digas nonsenses ¿Tienes algún armario?
- No -. Catik contempla con un estremecimiento la habitación completamente vacía, sin un solo mueble a su alrededor. Ha desaparecido la cama que estaba a punto de hacer, con su colcha colorada, las mesillas de noche, los cuadros de bodegones surrealistas colgados en la pared, los armarios.... Todo se ha desvanecido ¿Qué está pasando? ¿Cámara oculta? ¿Su marido gastándole una broma? ¿Dónde están todos los objetos y la persona que le habla?
- Quizás te has vuelto crazy. Oyendo voces. Ja, ja, ja.
- ¿Quién eres? Eres un poco chula, tía, tú. ¿Qué quieres? ¿Qué has hecho con mis cosas?
- Nada, me aburro. ¿Conoces a Unamuno?
- ¡No jodas!... ¡Que vienes a decirme sutilmente que soy un personaje! - Mira al aire transparente en el que resuenan los ecos de la voz. Lanza un suspiro de alivio. - Me has dado un susto de muerte, tía, a ver si otra vez venimos en plan más suave, quilla.
- Girl, lo has pillado rápido. ¿Y ese acento andaluz? No te vayas todavía. I´m bored - contesta la mujer apareciéndose de pronto ante ella, bizqueando dos ojos de distinto color.
- Y yo qué quieres que le haga, yo no me aburro nunca. Vaya pintas que traes, maja.
- Te he escrito demasiado listilla. Shit!
- De eso tendríamos mucho que hablar ¿sabes? Hala, déjame en paz. Tengo que hacer un mate para cuando llegue el argentinito, si es que no me has borrado la cocina. Por cierto, vaya marido mierdecilla que me has pintado, maja. Todo el divorcio hablando de mi salmoncito, mi bolita algodonosa y luego cuando me lo devuelves me das el cambiazo, ya me lo estás arreglando. Y lo quiero con ¡pelo largo! que quede claro. Y los muebles, de vuelta, ya. La cama hecha y la casa limpia.
- Caprichosa, dominante. Y marujona! Shit!
- Te aguantas. A escribir, hala: "la casa resplandecía de orden y limpieza..."
- Well. Oye, ¿en estas historias no es siempre el autor el que da las órdenes? Do that.
- Quieres que te entretenga ¿no? Pues hacemos un intercambio, además esos autores resultan omnipotentes, algo agilipollados, no caen nada simpáticos. Creo que se supone que es un recurso literario para representar desamparo, pérdida o algo así pero en realidad la gente deduce que sólo juegan a ser Dios y a desquitarse de la falta de control total sobre sus vidas, mangoneando a sus personajes.
- ¿Tú crees, really? ¿Los ven así? Pero ¿por qué me das órdenes tú a mí? !
- Por lo mismo, supongo, aparte de que éste es mi blog, no el tuyo.
- ¿No?
- Of course not. ¿Lo entiendes mejor así? ¿Es que no has escuchado nunca eso de que los personajes toman vida propia?
- No creí que...
- Bueno, pues es lo que hay.
- Buaaaaaa! - La mira compungida - Snif, snif. Snifffsss!
- Oye, eso no vale. Sabes muy bien que me has dibujado bondadosa y compasiva. Toma un pañuelo, anda.
- Bua, buaaaa, cryyyyyaigh, sniffssss...
- Bueno, está bien, no llooores. Si me cambias el marido, llegamos a un acuerdo. Vamos, ya pasó. No te daré órdenes si tú no me las das a mí.
- Ok, all right. Dabuten! Menuda contestaria me has salido. Shit, shit, shit!
- Piba, no tengo ganas de discutir. ¿Te apetece un mate? Antes de que me cambies la pareja, quiero decir.
- Te la cambio a ratos ¿Hace? ¿ok? Ni para ti ni para mí.
- ¡Uau, genial! Dos por el precio de uno, oye que has tenido una idea ahí. Te los presto cuando quieras.
- Braimstorming.
- ¿Qué?
- Doesn´t matter. Es igual. Dos piensan mejor que uno. Great.
- Qué great? sólo te falta crearme un Snoopy. Pschs!
- ¿Hey? ¿Catik? ¿Darling? ¿Is it you?
- Pschs!
- What do you do, girl?
- Oh, my venerable author, have you ever wished to be another one? ¿No te gustaría ser yo? Entretenida...
- ...Oh, en vez de bored... That´s an idea, Catik.
- Claro, y yo autora.
- Sure! Por la concha de tu madre, girl. Pero ¿qué hacés?... ¿Catik? ¡Os estás comportating jabrumente! Oh! my words... Oh, shit!
- Un poco de barullo - Catik sonríe y se asoma a la ventana mientras la otra se desvanece en la luz. En la calle, un pibe moreno y sensual, piel latina y ojos orientales, se aparta en un gesto delicado el largo cabello de la frente. El jabato se acerca aún un poco vacilante. Ella confirma con un breve gesto de la cabeza y acentúa la sonrisa. El tipo es muy atractivo, da la impresión de ir a soltarse y marcarse un tango o un baile flamenco y racial.
- Hallo, my love. I´ve waiting for you all my life - dice el joven al llegar bajo la ventana. Catik frunce el entrecejo mientras ve ir apareciendo, limpio y en orden, el mobiliario que le faltaba y un cachorrín blanco y negro que se hace pis sobre la alfombra.

domingo, 22 de mayo de 2011

Parecidos razonables



Dos por uno, ahora que empieza el veranito:

MALDITA ESTIRPE DE ESCRIBAS

“Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación”. (Lucas 20)

Detesto como pocos, meterme en los fregaos. No hay nada que odie más que la opinión pública, en el sentido de opinar y sentar cátedra públicamente, aunque también en el otro significado más habitual; con la dosis de grandilocuencia, hipocresía, vanidad, farándula y todos esos aderezos; ornamentos espirituales y lingüísticos, que ello conlleva y que tan rápido se aprenden. Los nuevos saraos de nuestra más vetusta España (¿qué quiero decir con esta última frase? Pues vaya usted a saber). Pero francamente, ya no puedo más. Me siento indigesta, como si viajara en la primera nave Alien y el bicho, introduciéndose por mis orejas o por mis ojos, en este caso concreto, amenazara con reventarme; ensuciando lo que los supervivientes tendrán que limpiar, sin agacharse demasiado, no vaya a ser. Lo que me trae por la calle de la amargura son “las dos cosas que han basculado el panorama francés en estos días, dejando boulversados a los atónitos vecinos” (la cita no es del todo literal): el embarazo de Carla Brunila y la acusación por intento de violación de JR a una mucama allá en los EE.UU. ¿Por qué será que los malos tienen nombre de café? Dicen que en Turquía, allá por los siglos pasados, su consumo estaba penado con la muerte. Y ahora tan ricamente.
Y ahora dejo paso un momento a mi maridito, porque las cosas fuertes se las dejo siempre a él:
Vale, jabru. Allá voy. Que ojalá que a ciertos pendejos a quienes, dios sabe por qué, se les publica sus desvaríos en diarios importantes - para que todos nos aterrorizemos de los colgados que tienen poder y amistades, de otro modo no se explica - ; les metan una pica por el orto. Y se presenten de esta guisa como símbolo y bandera - basta añadirle la tela al mástil - de la nueva revolución sexual, harta de rancias morales estrechas. A ver si ese asunto tan personal les parece una trivialidad prefabricada, al lado del devenir económico de nuestros países. O séase, para que sigan arreglando el mundo desde sus camitas, mostrando el heroísmo que se les adivina. Valga la presunción de inocencia, como dicen acá.
Por dios, que no creí que mi maridito llegase a ser tan basto y tener tan malababa. Pero París bien vale una misa.

Gracias, David Gislau, y más teniendo en cuenta el vertedero de las orillas de algunos tramos por los que corre este río. De él es casi lo único decente que he visto entre esos periódicos que se presumen imparciales y justos.
Bueno y ahora, a apagar el calentón, porque no se muere el bicho, nos morimos nosotras y con ello el futuro de la especie.
- O no, que la ciencia aún tiene camino que recorrer, catikita.
- Dios nos pille confesadas, salmoncito.
- No te me pongas sentimental.
- Mira que sabés charmelarme, amor.
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N.T.

Orto: palabra de origen argentino. Significado: Culo
Charmelarme: palabra compuesta de origen francés. Charme: encanto. Larme: lágrima.
Significado: Camelar (aquí: camelarme)
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Cambiando de tema.
Decía el otro día Martirio, si no recuerdo mal, que le gustaría haber escrito la canción de Ne me quitte pas. A mí me gustaría haber escrito la de don´t talk to strangers, tal y como la traducían en youtube aunque dice mi maridito que la traducción no es del todo correcta y que esta otra le parece mejor:
http://www.songstraducidas.com/letratraducida-Dont_talk_to_strangers_21355.htm

sábado, 14 de mayo de 2011

Juventud divino tesoro



Metallica - Nothing else matters
http://www.youtube.com/watch?v=fyubq_-OVAI&feature=fvst

Pues no, no me causa deshonor, no voy a hacerme responsable también de los hechos de mi esposa. La mujer no es como los hijos, responde legalmente de sus acciones. Algunos boludos parecen creer que tuviera que tomarme un seguro de responsabilidad civil y no es que no quiera uno a veces levantarse para moler a palos, si te viene uno del barrio y te soltá de pronto algo como "¿Por qué no me sopleteás la banana?". Cuando un gusano viene a joder le quieres partir el orto, es algo natural, pero son, en el fondo, sujetos vulnerables. Mi mujer lo llama un abuso de conciencia. El deshonor es suyo, como cuando yo estoy en pedo, me dice mi esposa que me pongo menos sutil que de a diario y que se me entiende menos pero que alguna palabra que uso no le suena conveniente. Les paso con ella, que a diferencia, no tengo ganas de retorcerle el bonito pescuezo. Le he pedido, eso sí, que no siga con sus cuentos morbosos. Cornudo vale pero restregado no, que ésas son nuestras cosas, jabru, así que fantasía y nomás. Mi vida, después hablamos vos y yo.

Holaa... bueno, pues como mi maridito no me deja contarles más historias nocturnas tendré que abandonar el manual y conformarme con otras cosas. Ya voy, mi amor. Nos vamos a matear un poco, me ha contagiado su costumbre. El ¿no lo había dicho? es argentino. El misterio que encierra su lenguaje me encanta, soy de la opinión de que hay que conservar algo del enigma original, para no cansarse; total, nos entendemos lo suficiente. Les dejo una ficción, no sabía cómo llamarla. Me parece que le iría bien algo así como "Segunda Juventud" o "Eterna Juventud", no sé; bueno elijan ustedes:

...JUVENTUD

Estaba a punto de finalizar su examen de fin de carrera. Tenía sobre la mesa el libro y los apuntes, ahora cerrados y de pronto la profesora se había detenido junto a él.
- Pero Juan
Juan había levantado la vista mirándola de hito en hito como quien llega de muy lejos, recién sacado de su extrema concentración.
- ¿Sí? - había preguntado con toda la ingenuidad aparente que fue capaz de reunir. La mujer le miró dudosa, luego se sonrojó.
- No, nada - y continuó su ronda por la clase.
Juan miró a la derecha, donde se sentaba su novia. Le miraba con cierta reprobación aunque él adivinó la sonrisa contenida que estaba naciendo en la comisura de sus labios suaves.
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20 años después:

Justo cuando ya le tocaba, la encargada de recoger las entradas llamó a la securitas, le murmuró algo al oído y se marchó, dejando a la guardia de seguridad en su puesto. Ésta se volvió hacia la cola, le miró directamente a los ojos y le indicó con la mano que se acercara. El hombre se inclinó a izquierda y derecha, balanceó el casco, se atusó nerviosamente el falso bigote y enarboló como pase sólo una sonrisa.
- Buenas noches ¿su invitación? - preguntó la mujer mirándole con interés no disimulado.
- Enseguida -. Colocó el casco sobre el mostrador, dejó tranquilas las puntas de su bigote y metió las manos en los bolsillos de la chaqueta de cuero fingiendo primero una búsqueda infructuosa y luego una perplejidad un tanto desconsolada. - ¡Vaya! hubiera jurado... Voy a tener que volver a casa. Llegaré tarde -. Esbozó melancólico un gesto de frustración.
- Adelante - la guardia le guiñó un ojo y rápidamente volvió a su expresión adusta para que la cola no se diese cuenta de la ilegalidad. Ella enseguida había notado en él, el aplomo fingido y el postizo bajo la nariz, acompañado todo por la inocencia auténtica de la mirada hipnótica y azul. Era hasta gracioso, aparte de patético, ver a un hombre apuesto de su edad cayendo en el ridículo de ir disfrazado para colarse en un concierto. La securitas tenía vasta experiencia en eventos como éste y confiaba plenamente en su intuición femenina, algo que no solían compartir sus compañeros y jefes, sobre todo en cuestiones de seguridad; pero lo cierto es que hasta ahora siempre le había funcionado estupendamente. No era de las que se ahogaban en un vaso de agua. El hombre era atrayente, aún con esas pintas y, de seguro, completamente inofensivo.
- Vamos, no se detenga - le alentó - hay mucha gente esperando. Hizo un gesto con la cabeza hacia el interior del recinto
- Avance, por favor.
El falso motero no se lo hizo repetir más y se adelantó, introduciéndose en el recinto con paso seguro. Matts estaría ya dentro, pensó anhelante, tenía ganas de verla. Le gustaba mucho aunque al principio no se hubiese sentido nada comprometido. ¿Sería un problema? Fuese como fuese, hoy venía con ganas de impresionarla y divertirla. Había conseguido entrar, de algún modo esperaba este resultado, solía tener suerte, aún sin saber bien a qué achacarlo. Creyó que no había engañado a la guardia, su mirada había sido extremadamente condescendiente, perdonavidas, generosa a un tiempo. Bien, era bueno saber que quedaba gente noble pero desde luego no inspiraba confianza sobre la seguridad del evento. Resultaba demasiado fácil colarse. Se volvió hacia atrás y contempló a la guardia discutiendo con el siguiente de la cola, que agitaba una entrada nerviosamente, el tipo resultaba un tanto siniestro. La expresión de la guardia era agria, con un gesto breve de la mano, la mujer llamó a un compañero que se acercó raudo y cogiendo al calvo por las solapas se lo llevaron aparte. Esto le resultó aún más extraño pero consolador, quizás después de todo no fuera tan pésima la seguridad. Tal vez él mismo desprendiese, efectivamente, un aura de bondad que hacía que la gente confiase en él, como alguna vez le habían dicho aunque Rebecca, su ex mujer, siempre había opinado en contra cuando él lo sugiriera.
Matts, en cambio, no parecía pensar del mismo modo. Era una mujer muy distinta y se lo pasaba muy bien con ella. Tenía un carácter fuerte, al contrario que otras con las que había salido y que, al final, acababan resultándole algo insulsas.
Se dirigió al primer quiosco de la izquierda, donde le había dicho que se encontrarían, si lograba pasar. Sabía que Matts nunca había creído realmente que él pudiera llegar a colarse aún siendo ella quien, bromeando, le sugiriera la vestimenta más adecuada para el intento. No le había dicho nada para hacerle desistir pero él lo había notado, Matts no confiaba en sus capacidades. Le había molestado. Ahora se iba a llevar una buena sorpresa. Avanzó alegre, divisándola entre la gente pero no donde habían quedado sino un par de casetas más allá. Anticipó su triunfo pero cuando Matts se desplazó hacia la izquierda, dejando ver a quien hablaba animadamente con ella, el sorprendido fue él. Matts no estaba sola, venía con Marco, su marido. Era tarde para recular, le habían visto.
- ¡Hey! ¡Hola! - exclamó alegremente Matts, gesticulando exageradamente en su dirección con sorpresa no del todo fingida. Juan se acercó malhumorado.
- Hola. ¿Tú por aquí? - sonreía contenta - No sabía que estuvieras invitado - enarcó las cejas entre burlona y admirativa.
- Pero ¿qué haces con esas pintas? - preguntó Marco - casi no te hubiera reconocido -. Le miraba con cierta perplejidad, como se mira a un loco.
- Me he colado - guiñó un ojo y se fingió alegre para disimular su embarazo.
- Ah ¿sí? - preguntó ella visiblemente interesada - Con toda la seguridad que hay ¿realmente lo has hecho? No hubiera creído que nadie pudiera conseguirlo.
Por eso se había traído a Marco.
- Pues no ha sido nada fácil, no creas pero soy hombre de recursos - se pavoneó a pesar del desplante.
- Con el aspecto que llevas han debido creer que eras uno de los músicos - opinó Marco - ¿Quién te ha prestado la ropa? ¿El novio de tu hija?
- No se trataba - Juan ignoró la segunda parte del comentario - de parecer uno de ellos, ya les extrañaría que entrase por la puerta de invitados... - notó la mueca de Marco - pero sí un incondicional, tal vez; o un colega, medio perdido.
- Sí, perdido, ya se sabe, alcohol y drogas por un tubo - Marco olfateó ostensiblemente hacia él, quizás tratando de averiguar si apestaba a humo y alcohol como parte de la vestimenta. No lo hacía.
- No me puedo creer que haya funcionado - afirmó Matts entusiasmada.
- Sí, hay cosas difíciles de creer -. Juan frunció el ceño y la miró con intención. - Lo peor ha sido sonar convincente cuando he contado que me habían robado la entrada en la cola, junto con la cartera - mintió con la intención de exagerar su hazaña.
- Y te han dejado pasar... uau - volvió a murmurar Matts. Se la veía impresionada y de ningún modo culpable o incómoda. - Eres un verdadero as del disimulo -. Le guiñó un ojo sonriente, encogiéndose de hombros.
- Sí, no tiene importancia. Voy a por una birra. - Se alejó. Escuchó la voz de Marco.
- Parece que el disfraz incluye también el lenguaje. Quién lo hubiera dicho, a sus años. Y ese bigote ¿no te parece excesivo? ¿No podías haberle conseguido una entrada? Pobre hombre.
Y las risas de los dos.
Miró hacia atrás y los vio muy bien avenidos. Él la tomaba de la cintura. Le asaltó la sospecha de que el marido lo supiera todo, quizás era Marco el "as del disimulo". Parecían bastante felices, sonrientes. Se arrancó de un solo tirón el bigote postizo y se apoyó en la barra con desaliento. Miró a la joven a su lado, bastante bien hecha y con una cara anodina y simpática. La chica observaba con curiosidad la marca rojiza que le había quedado bajo la nariz.
- Hola, te invito - le dijo Juan con convicción, sin pensárselo dos veces - ¿Qué quieres tomar?
Ella le contempló de arriba a abajo.
- ¿Eres amigo de los músicos?
- Sí ¿cómo lo sabes?
- Por la edad. Un gin tonic.
- Buena elección - le sonrió.
Cuando volvió con Matts y Marco, la chica le acompañaba de buena gana. Debían ser sus vibraciones, en las que Rebecca no había creído, se dijo. Si no no se explicaba cómo esta joven le seguía la corriente a un vejestorio disfrazado, como él tenía que haberle parecido. Sin embargo, la chica parecía muy a gusto, no como Matts que de pronto se veía incómoda, diríase que casi enfadada. Marco, en cambio, se mostró bastante amable pero sólo con la muchacha.
- Marco ¿por qué no vas a pedirnos algo? - interrumpió Matts. - Me han dado ganas de beber también, esto tiene que estar ya a punto de empezar - Le empujó levemente mientras le plantaba un beso en la oreja y Marco, tras un leve titubeo, se dirigió hacia los puestos.
- ¿Y tus amigos? - preguntó Matts a la joven, sin ningún interludio.
- Oh, por ahí andarán. Sin problemas, cada uno a su antojo.
- ¿No se preocuparán si no te ven?
- No, ya les avisé.
- ¿De qué? - preguntó Matts.
La chica se echó a reir, pareció levemente azorada pero de buen humor, sin captar la animosidad de Matts.
- Oh, bueno, de... cualquier cosa - Volvió a reir y le echó una mirada a Juan. Él le echó un cable.
- De que hoy va a conocer a los miembros de Metallica, luego se los presentaré. - Sonrió guiñándole un ojo a la muchacha, era realmente simpática.
- Así que a los de Metallica ¿de veras es eso lo que vas a hacer, Juan? - Matts echaba chispas por los ojos. Esta vez la joven no podía dejar de ver que algo no iba bien pero malinterpretó la tensión.
- Oh, no se preocupe, señora, sé bien que no los conoce, es una broma nuestra por cómo nos hemos conocido hace un momento, allí, en la caseta -. Señaló. - Me da igual si los conoce o no, además. - Sonrió conciliadora. Matts la miró perpleja, doblemente ofendida por haber sido llamada señora. Abrió la boca para volver a hablar pero Juan se le adelantó.
- Ahí vuelve Marco - dijo señalando con el hombro. Era mentira pero la hizo callar mientras se volvía en su busca. - No, no es él - continuó Juan - me pareció. Matts y Marco son un matrimonio modélico - le dijo a la joven - Me parece que deben de contárselo todo ¿no es así, Matts? Por eso piensan que los demás también deberían. - Se volvió hacia Matts - Pero ya ves que me he portado como un caballero. No pretendo engañar a la bella damisela para aprovecharme de su confianza. Se rió junto a la joven. Matts les dio la espalda. Luego se volvió, fría.
- Bien, en ese caso, que lo paséis bien. - Matts se alejó en dirección a Marco, que andaba en las casetas pagando las bebidas.
- Eh, Matts, Matts - llamó Juan - Sólo es una broma. ¿Dónde vas?
- ¿Se ha enfadado? ¿Por qué? - La chica lo miró desconcertada.
- ¡Matts! - volvió a llamar Juan. Matts se detuvo y se volvió - ¿Dónde vas, mujer? Vamos, pasemos una buena velada, tranquilos los cuatro - insistió -. ¿Qué problema hay? - Ella volvió sobre sus pasos.
- ¿Qué edad tienes, niña? - La chica torció el gesto pero no contestó, miró a Juan interrogativa, éste contemplaba a Matts absorto.
- ¿Qué te importa su edad? Vamos ¿quieres tomarlo con calma? Aquí estás con tu marido y un par de amigos, nada más. Eso es todo.
- ¿Un par de amigos? - le miró fijamente - ¿Un chiflado vestido de motero y una mocosa ingenua?
- Perdón - interrumpió la joven, visiblemente ofendida - no sé qué pasa aquí pero me largo, no quiero molestar. ¿Es tu ex? - se dirigía a Juan.
- No - murmuró él un tanto avergonzado.
- Haces bien en irte - dijo Matts a la chica enarcando las cejas y volviéndose a ella - ¿También te has colado sin invitación? - le preguntó. La chica la miró disgustada y se dio la vuelta para marcharse, sin responder.
- Hasta luego, Juan - dijo irritada - no entiendo qué pasa. Me voy, si quieres darme alguna explicación estaré por donde antes. Gracias por la copa.
- ¡No va a darte ninguna explicación! - acotó Matts - ¿Quién te has creído que eres? ¿Te invitan a una copa y ya crees que tienes derecho a explicaciones? Lárgate de aquí.
- ¡Matts! - Juan estaba realmente enfadado. La chica se dio la vuelta.
- ¿No quería saber mi edad? Digamos que no soy tan mayor como para no poder ser su hija, señora... ¿o prefiere mamá? ¿Es por eso que me das órdenes?
- ¿Me has llamado mamá? - dijo Matts. Antes de divorciarse de Josh, para casarse con Marco y antes de que le extirparan los ovarios condenándola a la esterilidad, había tenido un par de abortos y sufrido varios años intentando quedar embarazada.
La muchacha se volvía ya hacia Juan.
- Juan, te espero en la caseta ¿te importa?
- Sí, perdona, lo siento, ahora Voy.
- ¿De veras? - preguntó Matts.
- Sí, de veras o eso parece - contestó la chica, volviéndose de nuevo a ella.
Matts se giró hacia la muchacha y sin decir palabra cerró el puño y se lo estampó con ganas en el ojo. La chica perdió el equilibrio y cayó hacia atrás con un grito, chocando con Marco que regresaba con las copas. Las bebidas se derramaron, parte sobre los vecinos, que se revolvieron muy enfadados y el resto en el suelo; lo cual hizo resbalar al que había dado un paso para protestar, un hombre de pelo largo y rizado que patinó y cayó también aparatosamente, arrastrando a otros dos a los que se agarró. Al escuchar el ruido y los gritos, los amigos de la muchacha acudieron presurosos al rescate. Cuando llegaron, los tres primeros en caer ya habían pasado de las invectivas y los empujones a los puñetazos. En su precipitación, uno de los chicos perdió el equilibrio sobre el cemento húmedo, golpeando con la pierna a un tipo con pinta de mula en su particular caída. Pronto se había armado un buen tumulto y ya fuera por simple contagio de la agresividad o porque lo encontraran divertido, otros se sumaron a la pelea de buen grado. Se repartía leña a diestro y siniestro. Juan tuvo tiempo de ver a Marco arrastrando por la fuerza a Matts, alejándola de aquellos enloquecidos boxeadores espontáneos. Giró la cabeza buscando a la muchacha pero había desaparecido. Frente a él sólo había tipos moliéndose a golpes. Juan tuvo ganas de desahogar su rabia, su frustración y su ridículo dando también un buen puñetazo al primero que se terciara pero sabía que si daba una luego sería más difícil parar. Se alejó despacio, marcha atrás, esquivando contrincantes que no le prestaron demasiada atención, enfrascados en sus propias lides y prefiriendo enfrentarse a alguien que les plantase cara. Se cruzaba con otros que recorrían encantados el camino en dirección opuesta, de cabeza hacia la acción. La violencia se había extendido en apenas unos minutos. Alguien le cogió del brazo y cuando se aprestaba a defenderse, reconoció a la guardia de seguridad que le había dejado entrar. Por aquí, la oyó gritar, la mujer tiró de él como si supiera a donde dirigirse. La siguió mientras ella se abría paso usando la porra con conocimiento y luego lo dejó en salvo en un rincón tranquilo, con otras gentes que se agolpaban asustadas. La guardia volvió a la pelea, junto a sus compañeros.
Cuando por fin se calmó todo, la securitas, con el uniforme algo desgarrado, volvió a aparecer por allí. Le preguntó si estaba herido y él dijo que no con la cabeza.
- Ha perdido su bigote - murmuró la mujer.
Juan se encogió de hombros sin saber qué decir. Ella le contemplaba interesada. Juan pensó que se encontraba seguro en su compañía y era evidente que ella se mostraba protectora hacia él, tal vez funcionara. Se sintió tentado de pedirle el teléfono. Por encima de su hombro Vio a Marco y a Matts que surgían intactos de quién sabe qué lugar. Por la mirada de Matts comprendió que un enfrentamiento entre ella y la guardia a la que acababa de ver en acción, podría desembocar, por espiral o en cadena, en la destrucción de la ciudad.
- Gracias - murmuró tan sólo. Luego miró a Matts y se echó a reir como un loco. Ella le hizo un corte de mangas, hizo dar la vuelta a su marido y se alejaron deprisa. Antes de desaparecer entre la multitud, Matts echó un vistazo hacia atrás. Juan pudo ver como a Matts se le escapaba, a su pesar, una pequeña e involuntaria sonrisa, en medio de toda esa expresión de hastío e irritación. Luego le hizo un gesto con los labios, como si gruñera, y ya no la vio más.

Charles Lloyd - Mirror
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